REDUCIR GASTOS

Para reducir nuestros gastos, lo primero que debemos hacer es conocer con la mayor precisión posible los gastos que tenemos. Es decir, hacer una lista con todos nuestros gastos. Para una primera aproximación, nos puede servir la lista que hicimos para comparar nuestros ingresos y gastos descrita en el artículo anterior.
Entonces:
- LA MASA GRANDE LA INTENTAMOS COMPRIMIR PARA QUE DISMUNYA DE TAMAÑO LO MÁXIMO POSIBLE:
Nos fijaremos principalmente en aquellos apartados con un importe de gastos superior. Hay una ley que dice que es más fácil y rentable reducir algo muy grande a más pequeño que reducir algo pequeño a más pequeño todavía. Si nos fijamos bien en la frase anterior observamos que es lógico pero que en ocasiones no siempre se aplica o es fácil de identificar. Si detectamos algún apartado que creemos que nos implica una cantidad excesiva de dinero, debemos desglosarlo y determinar qué podemos modificar o eliminar. Entonces ya habremos tomado una primera decisión que nos aportará una reducción de significativa de gastos.
- OBSERVAR LAS PEQUEÑAS CANTIDADES DE NUESTROS GASTOS DIARIOS Y DESHACERNOS DE ELLOS O REDUCIRLOS:
Buscaremos aquellos pequeños gastos rutinarios y diarios que forman parte de nuestra vida y valoraremos qué hacer. Es decir, nuestros "vicios" más o menos saludables debemos cuestionarlos (tabaco, alcohol, cafés, salidas nocturnas, compra de música, juegos, etc.). Como cada persona tiene unos gustos distintos la lista puede ser muy extensa; pero creo que lo dicho incluye a mucha gente. Sé y reconozco que esta decisión no gusta a nadie (nadie quiere deshacerse de los placeres de la vida) pero en según la situación económica de cada persona es importante tenerlo en cuenta. Además tenemos 2 medidas posibles: reducir (por ejemplo: comprar música 1 vez al mes en vez de 1 a la semana) o eliminar (opción más brusca y no recomendada si tenemos una gran dependencia al producto).

La idea general continua siendo determinar nuestros gastos, reducir los de mayor importe para ahorrar una cantidad de dinero considerable y, si ello no es suficiente, observar los pequeños gastos para reducirlos y o eliminarlos.